domingo, 30 de agosto de 2009

La ciencia del rock
Seis explicaciones matemáticas a los misterios del pop a partir de las últimas revelaciones musicológicas

Ésta es la primera entradilla de la historia que no responde las cinco preguntas clásicas del periodismo, sino que plantea seis: ¿Están las melodías cerca de acabarse? ¿Por qué el iPod parece el mejor de los djs? ¿Hay música para chicas y para machotes? ¿Por qué tengo muchos más discos en las letras M y S que en el resto? ¿Cuántos años faltan para que toda la música acabe en Internet? ¿Por qué la segunda canción del disco parece siempre la mejor? Las preguntas son del jefe, así que hay que responderlas. Por fortuna no falta material en las librerías, con las recientes obras del neurólogo Oliver Sacks (Musicofilia, en Anagrama) o del músico y científico cognitivo Daniel Levitin (El cerebro y la música, en RBA), ambas originales y de un gran interés, y de algún otro libro. Además uno tiene sus contactos, así que vamos a ello.
La innovación no es una cuestión de combinatoria, sino de profundidad
Quizá ya esté en la Red toda la música, pero sólo en un sentido estrecho
- ¿Están las melodías cerca de acabarse o las canciones (no atonales, claro) son infinitas? El número de melodías dodecafónicas es fácil de calcular -son unos 500 millones-, pero difícil de interpretar. Casi toda la música es tonal, es decir, que se basa en generar y resolver tensiones sobre un punto de anclaje o reposo armónico (la tonalidad, como do mayor o la menor). Cualquier sistema tonal implica que unas notas (la tónica o ancla y sus socios naturales) se utilizan mucho más que otras en una melodía.
Lo que hizo Schönberg fue prohibir por estatuto usar una nota más que otra: la melodía dodecafónica debe llevar las 12 notas que hay en la escala, y ni una más. Schönberg no fue el primer músico atonal, pero sí el primero en proponer esa fórmula matemática simple para garantizar al compositor una atonalidad cristalina.Las posibles melodías dodecafónicas, por tanto, son las permutaciones de 12 notas tomadas de 12 en 12, que son 12! (12 factorial, o 12 x 11 x 10 x 9...), o cerca de 500 millones. La biblioteca de iTunes tiene seis millones de canciones, así que ahí parece haber margen para 80 bibliotecas iTunes más. Lo que ocurre es que poca gente llamaría melodías a la mayor parte de esos productos matemáticos.
Responde mi crítico musical favorito, Diego A. Manrique: "Uno de los primeros números de Rolling Stone se planteó la cuestión a principios de los setenta. ¿Se están acabando las melodías? No supieron responderla".
¿Cuántas melodías tonales hay? Una forma de estimarlo puede ser no partir de 12 notas, sino de 7: la escala diatónica descubierta por Pitágoras (do re mi fa sol la si), casi un producto de la física del sonido. Son las teclas blancas del piano, y casi cualquier forma en que uno toque esas teclas produce una melodía tonal.
Pero las permutaciones de siete notas tomadas de siete en siete apenas pasan de 5.000. Cada una debería estar repetida 1.200 veces en iTunes. Y aún puede que siete notas sean demasiadas. El mayor éxito de Weather Report, Birdland, se basa en una melodía de una simpleza insultante: sus cinco notas sólo dan 120 permutaciones. ¿Entonces qué pasa?
Que el diablo mora en los detalles. Cuando las primeras bossa nova fueron acusadas de monótonas, Antonio Carlos Jobim respondió con la Samba de uma nota so, donde la única nota de la melodía adquiere cinco significados radicalmente distintos según a qué acorde pertenezca. La innovación en música, como en todo lo demás, no es una cuestión de combinatoria, sino de profundidad, durará cuanto dure el talento.
- ¿Cómo funciona el shuffle del iPod, que a veces parece el mejor de los djs? "La reproducción de canciones obedece estrictamente a una selección aleatoria entre las que tiene almacenadas", dice el portavoz de Apple, Paco Lara. ¿Será entonces el azar el mejor de los djs? No. La clave está en el almacén, o en su guardián: un autómata llamado Genius. Es parte de la última versión de iTunes, el programa de Apple para reproducir, organizar, sincronizar y comprar música.
"iTunes 8 incluye la revolucionaria característica Genius", explica Lara, "que con un solo click en una canción crea una lista de reproducción con otras canciones de tu biblioteca que van bien juntas con ella". Pero entonces, ¿está programado en iTunes el concepto ir bien juntas? Aquí pinchamos: "Me temo que los algoritmos que están detrás de la tecnología Genius no están descritos públicamente".
Según Apple, Genius ayuda al usuario a "redescubrir las canciones favoritas que ya tiene", y le sugiere canciones afines "que todavía no tiene", por si quieren añadirlas a su colección. Genius combina tu información con los datos anónimos de millones de usuarios de iTunes y la procesa con esos misteriosos "algoritmos desarrollados por Apple". ¿De qué van?
Genius es un filtro colaborativo, un tipo de programa que recoge información sobre los gustos de todos y la usa para predecir el gusto de cada uno. Estos sistemas no funcionan sacando promedios, sino deduciendo pautas. Buscan a otros usuarios con tu mismo patrón de preferencias, y luego aplican un principio simple y eficaz: quienes han coincidido antes tienden a coincidir después. Los humanos somos así, y Genius lo sabe.
"Pruébalo", me dijo Lara, y así lo he hecho estos días. Es verdaderamente espectacular. Con muy poca información de partida -como una versión concreta de Summertime por el guitarrista de jazz Barney Kessel-, Genius ha clavado mi perfil de oyente, hasta el extremo de que ya me ha descubierto otros cuatro guitarristas a los que ignoraba por entero, y que me gustan mucho más que Barney Kessel, les confieso espontáneamente. ¿Cómo lo hizo?
Manrique explica: "Hay una empresa que se dedica a clasificar las canciones según características como el tiempo que tarda en entrar la melodía, el número de veces que se repite el estribillo o el tipo de armonías. Presumían de predecir los éxitos". Así funciona Genius -con criterios musicológicos- y por eso funciona tan bien.
Pero Genius también usa cualquier otro truco que le venga bien. Por ejemplo, le metí las gymnopédies de Erik Satie y me devolvió el tema de La lista de Schindler, de John Williams, que no se parece en nada. Genius lo había encontrado en Google. Y no reparó en que ése era otro John Williams: un guitarrista clásico conocido por sus transcripciones de Satie.
- ¿Hay una música para chicas y otra para machotes? "Sí, pero sólo en España", responde con humor (alemán) mi musicólogo y neurocientífico favorito, Stefan Koelsch, del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas en Leipzig. "No, pero ya en serio, yo creo que las nanas las suelen cantar las madres más a menudo que los padres, pero puede ser una cosa cultural". En la que Koelsch, por cierto, no ve ninguna ventaja: "Yo personalmente creo que las nanas y otras canciones cantadas por los padres -y no sólo por las madres- tienen unos efectos muy beneficiosos para el niño".
El científico prosigue: "De modo similar, no pienso que haya una base biológica para las diferencias musicales entre sexos. Las distintas preferencias musicales de hombres y mujeres vienen determinadas sobre todo por la cultura, probablemente. Pero es cierto, por ejemplo, que la música de algunas cantantes es considerada 'para chicas' por los adolescentes, y despreciada por los chicos. Y también es verdad que se manejan perfiles sobre la distribución de género de los oyentes para una canción, una banda, una emisora de radio o lo que sea. Steven Brown recoge algo de esto en Music and manipulation". Ahí tenemos otro libro.
Manrique, creador del espacio Sólo para ellas en Radio 3, añade otro ángulo: "Los hombres tendemos a organizar nuestras preferencias con unos criterios más rígidos que las mujeres, como para convencernos de que controlamos la realidad; marcamos así nuestro territorio, y todo lo que queda fuera de la frontera tiene que ser necesariamente terrible". "Las mujeres están mucho más desprejuiciadas", prosigue el crítico, "y cuando escuchan música no tienen necesariamente que estar reforzando sus esquemas y estereotipos; tampoco necesitan comprarse todos los discos de B. B. King, por ejemplo".
- ¿Por qué en mi discoteca tengo muchos más discos en las letras M y S que en el resto? Ésta no es de música. También mi agenda del móvil está llena de emes -manolos, marías, manriques-, y algo similar pasa en los diccionarios. La preponderancia de la M se debe seguramente a que no hay mejor forma concebible de empezar una palabra: cerrando la boca.
- Al ritmo sostenido que llevamos de sumar canciones a la Red... ¿Cuántos años faltan para que toda la música acabe en Internet, si tal quimera es posible? Es posible que ya esté en la Red toda la música, aunque sólo en un sentido estrecho de la palabra "toda". También es verdad que, por ahora, muchas grabaciones descatalogadas sólo están disponibles en servidores de difusa legalidad. "Si encuentras algo que te interesa en una de esas páginas de descargas gratis", aconseja Manrique con ironía, "más vale que te lo bajes de inmediato, porque al día siguiente pueden haber cerrado 'por aviso legal'".
De todos modos, "hay miles de canciones que no han llegado a Internet, y que quizá nunca lleguen", dice Manrique. Las emisoras de radio, por ejemplo, tienen registradas innumerables interpretaciones en directo que emitieron desde sus estudios, y que rara vez se han editado en disco, y casi nunca han llegado a la Red. "¿O qué sabemos de la música de Indonesia, o de Manchuria en los años treinta?", se pregunta Manrique ahora que no le oye el jefe.
- Y acabamos con la sexta pregunta ¿Por qué el segundo corte del disco parece siempre la mejor? Responde mi periodista favorito, Walter Matthau: "Oh vamos Hildy, ¿quién llega al segundo corte?".


Javier Sampedro

viernes, 28 de agosto de 2009

Nel passato di Pompei specchia il nostro futuro



Al Los Angeles County Museum of Art c’è una splendida mostra su Pompei e la villa romana.

L’idea è di illustrare la magnificenza con cui i ricchi patrizi dell’Urbe soggiornavano nelle loro «case di campagna», lontani dal tumulto dei negotia e dall’irritante presenza del popolino, sempre pronto a levare critiche e creare imbarazzo davanti a un lusso raffinato e sontuoso. Tanta dovizia è stata fissata in un attimo di eternità dall’eruzione del 79 d.C. (di cui proprio ieri ricorreva l’anniversario); così oggi grassoni sbracati e sottili ragazze asiatiche possono ammirarla in un pomeriggio dell’eterna estate californiana, religiosamente attenti alle spiegazioni fornite dagli auricolari e forse improvvisamente memori del pericolo incombente del Big One. Non è chiaro se già allora nella Baia di Napoli ci fossero stornellatori ad allietare le intense serate dei loro ospiti; qui comunque non ce n’è traccia. Ci sono invece le straordinarie opere d’arte che i nababbi dell’epoca acquistavano su scala industriale e destinavano talvolta a compiti inusitati (che ne dite di una statua di bronzo riciclata come portalampada?). In un ampio affresco un giovane alato che potrebbe essere Zefiro, con i muscoli perfettamente modellati, rimira dall’alto una coppia teneramente adagiata sul terreno. In un altro affresco le tre Grazie, nude, disegnano con i loro corpi una delicata armonia di forme. Una giovane donna, semisvestita e scalza, è sorpresa mentre si studia una ciocca di capelli davanti allo specchio. Un’altra donna avvolta in un mantello è immersa nei suoi pensieri, dominata dalla visione prospettica di un soffitto a cassettoni. Mi soffermo sulla pittura per gusto personale; anche sculture e monili sono opere di grande valore. Ma la pittura mi invita a una riflessione un po’ cupa. Pochi minuti in questa mostra bastano per convincersi che il Rinascimento non ha scoperto niente: duemila anni fa c’erano naturalismo e pathos, prospettiva, sapienza compositiva e trompe l’oeil. Il Rinascimento, piuttosto, tutto ciò ha dovuto riscoprirlo, perché lo avevano seppellito non cenere e lapilli ma secoli d’ignoranza e d’incuria. Crediamo forse che non ci succederà altrettanto? Che ce ne proteggano musei, biblioteche e computer? Impossibile, se nessuno capirà più quel che contengono. Gli indiani d’America dicevano che una catena è tanto forte quanto il suo anello più debole. Una civiltà è come una catena; è sufficiente una generazione per spezzarla. E noi di generazioni ne abbiamo buttate a mare più d’una. A quando, dunque, l’appuntamento con visitatori estasiati e perplessi delle nostre reliquie?

Ermanno Bencivenga

sábado, 22 de agosto de 2009

Il "nuovo" colesterolo è ancora più pericoloso


Una variante detta ossicolesterolo, ancora più pericolosa per il cuore


L'allarme arriva dai ricercatori cinesi dell'Università di Hong Kong, coordinati dal dr. Zhen-Yu Chen, che hanno scoperto una variante del colesterolo "cattivo" che può essere ancora più cattiva. Il nuovo nemico delle arterie è il risultato di una combinazione tra grassi e ossigeno.È un tipo di colesterolo ossidato che, aumentando i livelli generali, promuove l'indurimento delle arterie.Lo studio, condotto su modelli animali, ha messo im evidenza come un'alimentazione ricca di questi grassi ossidati abbia promosso un aumento del 22% dei livelli di colesterolo. I topi alimentati in questo modo hanno anche mostrato di aver arterie maggiormente e pericolosamente ostruite. Come sempre, sotto i riflettori si pone la dieta alimentare e l''abitudine di riscaldare gli alimenti a base di grassi come gli oli di frittura e altri ingredienti utilizzati in maggioranza nelle catene di fast-food e ristoranti.Commentando i risultati, i ricercatori suggeriscono come sia importante seguire una dieta corretta, favorendo i cibi antiossidanti come frutta e verdura, cereali integrali, legumi e noci.Lo studio è stato presentato durante il 238° Congresso della Società americana di Chimica attualmente in corso a Washington (Usa).

viernes, 21 de agosto de 2009

"E' inesplorato il 99,9% del Web"




Un sondaggio condotto da Microsoft rileva che la maggior parte degli utenti si orienta verso ciò che è già familiare

NEW YORK Una ricerca Microsoft evidenzia come un utente Internet europeo (il 65% degli intervistati) visita mediamente solo fino a sei siti Web nel corso di una sessione Internet, lasciando inesplorato il rimanente 99,9% dei siti Web disponibili. In Italia, il 27% degli utenti dichiara di visitare solo 3-4 siti durante una sessione di navigazione, mentre il 26.7% ne visita al massimo tra 6 o 7. "Il web sta diventando sempre più ricco e offre innumerevoli potenzialità agli utenti per informarsi, divertirsi e restare in contatto con amici e passioni digitali. La ricerca conferma che evidenzia un orientamento alla navigazione da parte degli utenti verso tutto ciò che è più familiare", ha dichiarato Stefano Santinelli, General Manager del gruppo Microsoft Consumer and Online per l'Italia. "Abbiamo recentemente rilasciato Internet Explorer 8, che facendo leva sulle caratteristiche di sicurezza, velocità, e personalizzazione aiuta gli utenti italiani a esplorare le innumerevoli possibilità offerte dal Web. La campagna di comunicazione, Explore a bit More, offrirà una guida interattiva per aiutare gli utenti a scoprire in tutta sicurezza il meglio del Web”.

jueves, 20 de agosto de 2009

Tócala otra vez (la pantalla)

Tócala otra vez (la pantalla)

La revolución táctil inaugurada por el iPhone en 2007 llega al ordenador y la electrónica de consumo




Hace dos millones de años, unos primates evolucionados comenzaron a tallar y a asir rudimentarias hachas de piedra en las planicies de Tanzania. Se llamaban homo habilis y se les considera los primeros especímenes del género homo y los precursores de la tecnología. Desde entonces, toda la evolución técnica ha perseguido como fin último liberarse de ese yugo entre las manos y la herramienta, establecer una distancia entre el tacto y el aparato. Curiosamente, desde hace una década la tecnología está intentando volver a los orígenes, hacerse táctil, aunque integrando todos los objetos en una pantalla y haciéndolos ingrávidos y virtuales.
La informática no quiere quedarse atrás, pero tiene una barrera, el precioLa explosión de la tecnología táctil ha venido de la mano del móvil. La aparición en 2007 del iPhone, el revolucionario terminal de Apple, arrastró al resto de los fabricantes a crear terminales con pantallas táctiles y hoy día la práctica totalidad de los modelos de alta gama los lleva incorporados. La tactilidad ha saltado del móvil a todo tipo de aparatos, desde ordenadores, reproductores mp3, terminales de punto de venta en comercios y restaurantes, paneles informativos en aeropuertos y museos. Pero, ¿es sólo una moda o es una tendencia imparable de la tecnología?
La mayoría de las grandes firmas de la electrónica y la informática se lo han tomado en serio y han derivado su batalla hacia lo táctil. Microsoft acaba de presentar su Windows 7, el primer sistema operativo diseñado específicamente para aplicaciones táctiles. Apple podría lanzar el próximo año su Tablet Mac, una adaptación multimedia de su famoso ordenador Mac, para contrarrestar a su gran rival. Y los fabricantes de chips y ordenadores como Intel, Hewlett Packard (HP) o Asus también confían ciegamente en que, en un futuro muy cercano, los ordenadores y los portátiles serán necesariamente táctiles.
No es ciencia-ficción. En el hotel Río de Las Vegas, los clientes disponen de mesas virtuales e interactivas donde usando sólo sus manos pueden pedir una copa, flirtear con otros clientes, consultar el menú, descargarse un libro, enviarse fotos, jugar a la ruleta, o desplegar un mapa de la ciudad en tres dimensiones. Para pagar sólo les hace falta depositar la tarjeta de crédito sobre el cristal. La mesa la reconoce y carga las cuentas. También interactúa con el móvil o con la cámara digital, con sólo dejarlos sobre el cristal.
Es el Surface, la gran apuesta táctil de Microsoft, la mayor empresa de software del mundo, que no deja de comparar esta pantalla interactiva con la de Minority report, la película de ciencia-ficción en la que el policía jugaba con las manos con hologramas. Pero Surface cuesta en torno a los 12.000 euros y en España se han vendido sólo 200 equipos.
Queda ahora por probar si la informática de consumo también aceptará el desafío táctil o si seguirá apegada a sus entrañables e inseparables teclado y ratón, y lo táctil será sólo un entretenimiento, un lujo para epatar a lo geek. Microsoft cree que se puede convertir en algo popular y ha diseñado su nuevo sistema operativo, Windows 7, para hacer posible ese universo masivo multitáctil.
Otros, sin embargo, piensan que se trata de una moda, una tendencia pasajera que no cuajará, porque la introducción de datos, por ejemplo, se asociará siempre a un teclado físico, o por la falta de aplicaciones efectivas y prácticas.
De hecho, éste es el segundo intento de la tecnología táctil. En 2001, Bill Gates, el fundador de Microsoft y entonces máximo responsable de la multinacional de Redmond, auguraba que los Tablet PC, que permitían tomar notas en la pantalla mediante un puntero y se supone que reconocían la escritura, sustituirían en cinco años a los portátiles. Pero llegó 2006 y los portátiles gozaban de más salud que nunca, y prácticamente ningún periodista ni ningún profesor utilizaban un Tablet PC en su trabajo diario, como había predicho erróneamente Gates.
"La tecnología del Tablet PC se anticipó un poco a su tiempo. Entonces no había los programas diseñados específicamente para sacarle un rendimiento óptimo. Además, el precio de los equipos no ayudó nada. El panorama ahora es completamente distinto. En HP creemos que la tecnología Touch será una norma en la forma de interactuar con los dispositivos, un medio intuitivo y mucho más natural que permitirá a los usuarios acceder a un montón de facilidades sin tener que saber nada de tecnología. Es mucho más natural jugar al ajedrez levantando una pieza y colocándola en el tablero, aunque sea virtual, que arrastrar la ficha con un ratón o un puntero", señala Carlos Vidal, director de informática personal de Hewlett Packard.
El móvil es el gran argumento a favor de lo táctil. El fabricante coreano HTC fue el pionero al lanzar su Touch en 2006. Pero el gran empujón vino de la mano del iPhone. El lanzamiento del terminal táctil de Apple fue un verdadero acontecimiento planetario, uno de esos hitos en la tecnología de consumo comparable a la aparición de Windows de Microsoft o del propio Mac de la marca de la manzana.
Los usuarios se volvían locos con su pantalla, en la que podían agrandar y achicar fotos con el movimiento de los dedos, o pasar las páginas en Internet. Sólo en el primer fin de semana se vendieron 270.000 terminales y actualmente ya hay 26,3 millones de iPhone en el mundo, un éxito inimaginable, sobre todo teniendo en cuenta que Apple era un intruso en la telefonía móvil.
Los fabricantes tradicionales pensaron que se trataba de un capricho para los fans de Apple (entusiastas del Mac). Pero ante el éxito incontestable del iPhone, no tuvieron más remedio que seguir sus pasos. Samsung, LG, Sony Ericsson y hasta Blackberry (RIM) cambiaron sus planes y dieron su brazo a torcer. La que más se resistió fue Nokia, el líder absoluto del sector, ya que acapara el 40% de los móviles que se venden en todo el mundo. Pero al final optó por un modelo mixto, con pantalla táctil y teclado físico, que ha integrado en sus modelos de alta gama, como el N-97.
"La estrategia de Nokia siempre fue tener un terminal para cada tipo de usuario. De ahí su amplia gama de terminales de todas las formas, funcionalidades y precios. Sin duda, la pantalla táctil es, según demuestra el observatorio de tendencias que hemos realizado con Conecta en el mes de mayo, el formato preferido por los jóvenes entre 15 y 35 años, ya que utilizan el terminal para conectarse a Internet, a sus redes sociales, para usarlo como navegador GPS, para ver fotos, películas o vídeos. Todo ello requiere una gran pantalla para poder visualizar bien los contenidos. Sin embargo, también podemos decir que el teclado qwerty (completo) es altamente valorado por quienes escriben de forma habitual correos electrónicos, mensajes o posts", señala Solange Cummings, portavoz de la marca finlandesa.
El segmento de la telefonía táctil supone en España el 13,1% de las ventas totales (y el 30% de la facturación, ya que son los teléfonos más caros), y un millón de terminales incorporan esta facilidad. La consultora Gartner Research estima que la mitad de todos los teléfonos inteligentes (smartphone) tendrán pantallas táctiles en 2012.
La informática no se quiere quedar atrás. Las pantallas táctiles aún están arrancando. En Estados Unidos sólo dos de los 300 millones de PC que se vendieron el año pasado iban equipados con ellas.
La principal barrera es el precio. Los fabricantes trabajan a contrarreloj para superar ese handicap. HP, una de las firmas de hardware que más ha apostado por esa tecnología, ha sacado su gama TouchSmart, en la que se puede encontrar un PC táctil en varios precios (999, 1.399 y 1.999 euros). Asus, a través de su gama Eee, intenta trasladar incluso esa técnica a los netbook, los miniportátiles, más asequibles (entre 200 y 400 euros) que están haciendo furor entre los consumidores. También están volcados Dell, Fujitsu, Toshiba o Lenovo.
No hay una tecnología única. Las pantallas táctiles pueden ser resistivas, capacitivas, por infrarrojos, por ondas sonoras o por sensores de luz. Las más usadas actualmente son las capacitivas y resistivas. Ambas utilizan los cambios en la corriente eléctrica para detectar las pulsaciones Las primeras permiten detectar más de una pulsación al mismo tiempo, no precisan presionar la pantalla, sino rozarla o deslizarse por ella. Pueden presentar problemas de precio y no es aconsejable utilizarlas con punteros. El iPhone, Blackberry (Storm) y HTC (Dream y Magic), entre otros, están equipados con ellas.
Las pantallas resistivas detectan la presión porque están formadas por dos capas que entran en contacto al realizar la pulsación. Mucho más baratas que las capacitivas, pueden ser utilizadas con punteros, no se rayan tan fácilmente y son más resistentes al polvo. En contra, su brillo es una cuarta parte menor. Equipan los táctiles de Nokia.
Synaptics, la firma taiwanesa que diseña pantallas para todo tipo de aparatos, es pionera en la llamada técnica multitouch, que permite reconocer y procesar simultáneamente las órdenes de los 10 dedos de las manos, un salto cualitativo si se tiene en cuenta que hasta hace poco una pantalla táctil sólo registraba el movimiento de un puntero o un dedo.
"Debemos pensar la evolución de las pantallas táctiles en tres categorías: hardware, aplicaciones novedosas y la interacción humana. Las pantallas táctiles están aquí para quedarse, son el interfaz ideal para controlar la electrónica más poderosa, una alternativa más elegante, intuitiva y productiva que los botones y los controles mecánicos. Para una gran parte de la población supondrá un enriquecimiento en su forma de utilizar los aparatos, que cada vez serán más finos, rápidos, baratos y más ampliamente adoptados. Los diseñadores tienen en esta tecnología oportunidades casi sin fin para crear interfaces alternativos a los botones", señala Andrew Hsu, responsable de estrategia de Synaptics.
En el campo del software, Microsoft está convencido de que su Surface, la mesa-ordenador que pesa 80 kilos, puede traspasarse al PC y al portátil, cuando los usuarios migren al Windows 7. "Hay 2.000 millones de Windows instalados en el mundo, así que el potencial es casi infinito. Además, hay miles de diseñadores desarrollando aplicaciones. Vamos a asistir a una revolución y a una democratización de la tecnología. No nacemos haciendo doble click o meneando un ratón, no es natural. Gente que jamás se acercaría a un ordenador va a tener la oportunidad de interactuar con una máquina sin tener que tener ningún conocimiento, simplemente utilizando sus manos naturalmente", señala Luis Martín, director de negocio de Windows en Microsoft Ibérica.
Todos insisten en que no se trata de tocar una pantalla sino de acercarse a la sensación del tacto. Los dispositivos más avanzados deben ser hápticos, es decir, que cuando uno pulse un botón virtual o pase una hoja de periódico, reciba una respuesta similar a la que siente en la realidad. Algunos móviles ya incorporan esta facilidad y pronto se generalizará en el resto de dispositivos.
Por eso, el futuro de la tecnología va más allá y se adentra directamente en el lenguaje gestual y en el reconocimiento de voz. La puerta la abrió Nintendo, con su consola Wii, que ha revolucionado el mundo de los videojuegos, haciendo que sus jugadores se calcen guantes de boxeo o empuñen raquetas para combatir o para jugar un partido de tenis, en lugar de accionar palancas y apretar botones. Nintendo ha probado que la fórmula funciona, desbancando a Sony y su PlayStation.
Microsoft prepara su proyecto Natal, que elimina completamente los mandos, y reconoce los gestos mediante sensores y cámaras. Siguiendo esta estela, los televisores también preparan un cambio radical de concepción mediante mandos que respondan a los gestos y voces de los televidentes.
La industria del automóvil y del entretenimiento están desarrollando proyectos de reconocimiento de gestos. Frenar el coche automáticamente por un bostezo o sumergirse en un mundo 3-D para combatir con monstruos virtuales será una realidad en pocos años.
La tecnología táctil también se ha implantado completamente en el comercio y la hostelería. De los 400.000 terminales de punto de venta (TPV) que existen en España, alrededor del 35% incorporan ya la tactilidad. Las aplicaciones van desde el campo industrial y médico a los quioscos multimedia, la atención al cliente, el transporte, la automatización de oficinas, cajeros automáticos y gaming (juegos). También la llamada cartelería táctil está cada vez más implantada en museos y exposiciones.
"De manera general, yo no catalogaría la tecnología táctil de moda, sino de una realidad que cada día avanza en el mercado y que convive con empresas y consumidores. Su validez y éxito descansa en que se trata de una forma intuitiva de, a través de iconos, navegar por los menús que nos ayudarán, en el caso de nuestro mercado, a gestionar mejor los negocios. Otro ejemplo, son los cajeros y las máquinas de vending, que a medida que se van renovando se van subiendo al carro de la tactilicidad, integrando en los nuevos equipos esta tecnología", señala María José Sánchez, responsable de unidades de comercio de Toshiba.
Lo táctil vuelve a invadir nuestras vidas. La tecnología se prepara para asistir a una nueva etapa, que bien pudiera llamarse la revolución de los limpiacristales. Todo será posible tocando la pantalla.

Ramon Muñoz

martes, 18 de agosto de 2009

Il farmaco funzionerà? La matematica ci guarirá

Modelli matematici oggi predicono le ricadute e la risposta ai trattamenti, descrivono come crescono i tumori e ne rilevano di invisibili
La matematica ci guarirà

MILANO - Con un pizzico di fantasia la si potrebbe immaginare come una potente sfera di cristallo fatta di numeri anziché di superstizione: il tumore ancora piccolissimo darà metastasi? Il farmaco intelligente funzionerà? La malattia si ripresenterà? Per rispondere a domande come queste oggi la medicina stringe la mano a un’alleata insolita: la matematica. E quel mondo scritto in formule, che ai profani pare la quintessenza dell’astrazione, si fa via via più vicino al letto d’ospedale dei malati di cancro. I segnali di fermento arrivano dai centri di ricerca tutto il mondo, un potenziale che in un editoriale sulla rivista Cancer Research viene definito nientemeno che «rivoluzionario» .
Daniele Struppa56 EQUAZIONI PER DIRE SE IL FARMACO FUNZIONERÀ - Uno dei motivi di tanto entusiasmo arriva dall’università scozzese di Edimburgo, dove è stato dimostrato che un modello matematico può indicare quali donne avranno benefici e quali no dall’uso di trastuzumab, uno dei farmaci di ultima generazione che ha cambiato le prospettive di cura per il tumore al seno. Il medicinale, di per sè, è già una terapia mirata: funziona solo per le donne i cui tumori esprimono adeguata quantità di una proteina chiamata Her2. Anche fra loro, però, solo alcune avranno una risposta efficace (il 25-50 per cento), mentre le altre svilupperanno prima o poi una resistenza al farmaco. Con un sistema estremamente complesso di 56 equazioni differenziali sono state analizzate le variazioni nelle concentrazioni di 56 elementi biologici come proteine e molecole lipidiche in 122 tumori mammari asportati. Fra tutti, è stata una proteina chiamata PTEN a risultare la chiave di volta fra tumori resistenti o sensibili al farmaco. «La potenza di calcolo oggi è tale che modelli che prima potevano servire solo per le previsioni del tempo, i viaggi spaziali o gli effetti di un’esplosione nucleare ora possono essere usati nella clinica per stimare l’impatto di certe cure» è stato scritto nel commento al lavoro.
LA MATEMATICA NELLE CELLULE - Daniele Struppa, matematico, ha insegnato alla Scuola Normale di Pisa, alla George Mason University a Washington e ora è rettore della Chapman University in California. Da un appassionato cultore dell’argomento come lui arriva un aiuto prezioso per inquadrare questa nuova faccia della ricerca oncologica. «Il lavoro scozzese è l’esempio di uno dei filoni più interessanti che la matematica e la medicina stanno seguendo . Si chiama network reconstruction e serve, appunto, a ricostruire complesse reti di relazioni fra migliaia di elementi che interagiscono fra loro. Come nel caso delle donne malate di cancro al seno e Her2 positive, due persone con un stessa malattia possono avere «pattern» di proteine diversi e questo cambia radicalmente la risposta alla terapia». Ed è proprio nel pattern, nello schema di interazioni che sta non solo la differenza fra due persone malate, ma anche la differenza fra una sana e una malata. «Per capire come funziona il cancro, e per sconfiggerlo, abbiamo bisogno di sapere dove e come la rete di interazioni fra proteine è danneggiata – prosegue Struppa -. E due tumori apparentemente uguali possono essere il risultato di due tipi di danno diversi e dunque rispondere a tipi di terapie diverse».
IMPENSABILE SENZA LA TECNOLOGIA - Ma per districarsi in questa giungla di varianti biologiche occorrono calcoli raffinati. «Con il mio gruppo di ricerca abbiamo pubblicato un lavoro simile a quello scozzese sul Journal of Theoretical Biology, descrivendo un modello di 40 equazioni differenziali per il funzionamento del recettore Egfr » , una delle proteine più studiate in biologia e già bersaglio di varie terapie anticancro mirate. «Si tratta di sistemi giganteschi, che hanno bisogno di capacità di calcolo ad alta performance e che soltanto dieci anni fa non avrebbe avuto senso neanche immaginare» prova a rendere l’idea Struppa.
LA DIAGNOSI LA FA IL COMPUTER - Al meeting di fine luglio dell’American Association of Medical Physicists (Aapm), che riunisce oltre 6mila esperti di fisica medica, sono stati presentati altri risultati interessanti. Dall’università di Chicago, ad esempio, arrivano i dati di uno studio pilota in cui si è dimostrato come l’intelligenza artificiale può anticipare la scoperta di metastasi di un tumore al seno al momento dell’ecografia, quando ancora gli ultrasuoni non permetterebbero di vedere nulla. I computer hanno analizzato a posteriori le ecografie di 50 donne con un sospetto di cancro mammario, i cui linfonodi apparivano normali. Confrontando i dati del computer con quelli delle biopsie effettuate dopo le ecografie, si è visto che il sistema automatizzato avrebbe previsto con «promettente accuratezza» (e prima del bisturi) quali donne avevano metastasi e quali no.
UN PROGRAMMA PER PREDIRE LE RICADUTE - Un altro modello matematico è stato presentato dall’università dell’Ohio, per capire chi, su 80 donne con un tumore del collo dell’utero, beneficerà della radioterapia e chi no. I ricercatori hanno elaborato due tipi di informazioni che variano da individuo a individuo: la frazione di cellule tumorali sopravvissuta al termine di ogni giorno di trattamento e il tempo necessario all’organismo di ciascuna donna per depurarsi delle cellule distrutte. Il responso dei supercalcolatori è stato che se ogni irradiazione quotidiana distrugge almeno il 70 per cento del tumore, la paziente ha il 30 per cento in più di possibilità di evitare una ricaduta negli anni a venire. E se si impiegano più di 22 giorni per espellere le cellule morte dopo ogni seduta di radioterapia c’è un rischio doppio di ammalarsi di nuovo. Sapendolo, cure e controlli potrebbero essere calibrati di conseguenza. Altri studi sono in vista per i tumori della prostata e del polmone.
SQUARCI DI FUTURO - Dove porterà l’oncologia matematica? «Oltre alla già citata network reconstruction, ci sono almeno altre tre grosse direzioni in cui la ricerca va avanti – risponde Daniele Struppa -. Ci sono i modelli per la crescita del cancro, una malattia di cui in fondo non sappiamo ancora molto. Si elaborano dei modelli di equazioni differenziali che ne descrivono la crescita. Serve, ad esempio, per spiegare i gliomi cerebrali, che per anni i chirurghi operavano, sembravano piccoli, eppure poi i pazienti non ce la facevano. Com’era possibile? Prima che il cancro venga visto passa un anno e mezzo e, a quel punto, c’è già stata un’infiltrazione tumorale che non viene vista dagli strumenti clinici. Poi ci sono l’image analysis, l’analisi computerizzata delle immagini, e la pattern recognition».
NUOVI TEST PRECOCI DIETRO L’ANGOLO - Quale il filone che già oggi dà i risultati più concreti? «Direi la pattern recognition, una tecnica che permette di semplificare e classificare situazioni diverse e apparentemente incomprensibili, perché caratterizzate da un altissimo numero di variabili. È usata ad esempio in programmi per la ricerca automatica delle patologie utili ai radiologi o per la diagnosi precocissima». Qualche esempio? «Recentemente la tecnica è stata applicata sulle proteine del sangue per identificare tumori dell’ovaio in stadio uno. Significa poter scovare una malattia spesso letale in una fase in cui è ancora meno pericolosa dell’influenza asiatica!» racconta Struppa. I progressi più rapidi, dunque, si vedono nel ramo predittivo della medicina? «Il progresso in questo campo oggi è veloce, domani sarà velocissimo. Si arriverà ad altri screening in pochi anni».
DOMANI SARA’ LA PERSONALIZZAZIONE - Si arriverà anche alla vera medicina personalizzata? «Prima di sedersi col paziente e dire: “sulla base delle tue caratteristiche specifiche ti cureremo così” ci vorrà ancora tempo. Ma già oggi vediamo le target therapies, che sono una via di mezzo fra la chemio indifferenziata e la medicina personalizzata. E non è teoria: ho un’amica con un cancro allo stomaco, sensibile all’Herceptin, che, come si è scoperto da pochissimo, potrebbe essere un’opportunità di cura inaudita fino a ieri».
UNA RIVOLUZIONE DOPO L’ALTRA - La medicina, e il cancro in particolare, per il matematico sono clienti molto particolari. «Non abbiamo un modello chiaro di cosa succede. Le previsioni del tempo, ad esempio, sono un sistema complicato in cui piccole variazioni possono causare grandi variazioni nei risultati. Ed è per questo che le previsioni attendibili non possono andare al di là di pochi giorni. Ma la fisica de fenomeni meteo la conosciamo bene, sappiamo come pressione, temperatura, velocità del vento si influenzano fra loro. Invece nel cancro ci sono diversi aspetti di cui ancora non abbiamo cognizioni dettagliate. Più lo conosciamo da vicino, più ne vediamo la complessità, 50 anni fa scoprivamo le meraviglie della genomica, ora navighiamo fra i misteri della proteomica. Ogni dieci anni cambiano radicalmente le prospettive».
Donatella Barus (Fondazione Veronesi)

sábado, 8 de agosto de 2009

CellScope: il cellulare diventa microscopio


Un apparecchio messo a punto dai ricercatori di Berkley permetterà di fare analisi sul campo anche lontano da strutture ospedaliere


Un piccolo gadget da cellulare potrebbe rivoluzionare la vita dei medici e la salute dei pazienti che vivono o lavorano in zone disagiate e lontani dagli ospedali. I ricercatori dell'università di Berkeley hanno messo a punto un accessorio da attaccare al telefonino, chiamato 'CellScope', che lo trasforma in un microscopio portatile, capace di visualizzare e poi, eventualmente, inviare come mms o come mail, campioni di sangue o altri tessuti.Cellscope può essere usato per effettuare 'sul campo' diagnosi rapide e precise di alcune tra le malattie più mortifere che affliggono il terzo mondo, come la malaria o la tubercolosi. I ricercatori sperano che la loro creatura possa supplire alla carenza di attrezzature tecniche nelle zone più povere del pianeta: "Mentre i sistemi avanzati di 'imaging' medica e i sistemi medici computerizzati rimangono privilegio dei ricchi - spiegano gli autori dell'invenzione - i telefonini sono ora praticamente ovunque".Con questo sistema - anche se alcuni test restano ovviamente più accurati o completi se eseguiti con tecnologie più sofisticate - sarà comunque possibile fare immediatamente e ancora alla presenza del paziente valutazioni cliniche che altrimenti richiederebbero giorni o settimane. E questo spesso vuol dire salvare una vita.

Meglio precario che male accompagnato: la «resistenza» a mille euro al mese

la «resistenza» a mille euro al mese


Precari e contenti.
O meglio «resistenti» alle lusinghe della carriera, del mercato e del potere. Sicuri che, meglio precari che male accompagnati. Sarà «estrema» ma è un po’ questa la sintesi di “Generazione 1000 euro” il film di Massimo Venier tratto dall’omonimo romanzo di Antonio Incervaia e Alessandro Rimassa, divenuto una sorta di fenomeno di costume: prima diffuso on line, poi uscito in libreria, è stato «adottato» dalla generazione dei trentenni di oggi che vede il futuro come una scommessa.DOPO LA RETE NELLE SALENelle sale da venerdì per 01, “Generazione 1000 euro” mette in primo piano la vita di Matteo (Alessandro Tiberi) brillantissimo e sarcastico laureato in matematica, finito tra i tanti «senza contratto» in una «spietata» società di marketing in cui riesce a mettere insieme al massimo 1000euro al mese. Vive a Milano in un appartamento fatiscente (dal buco in salotto cade sempre giù qualcuno in casa del geometra di sotto) che divide con l’amico Francesco (Francesco Mandelli) anche lui ridimensionato nei sogni di «gloria»: da aspirante regista è ridotto a fare il proiezionista in un cinema d’essai. Due, poi, sono le donne che faranno da motore alla storia: la biondissima Carolina Crescentini nei panni della trentenne rampante (e sempre precaria) che naviga come una squaletta nel mondo del marketing e la comunque ottimista Valentina Lodovini, insegnante di greco in attesa di un incarico che chissà quando arriverà. Matteo «rapito» dalle due ragazze dovrà scegliere se «rinnegare se stesso, i suoi amici, ecc» per volare a Barcellona e lanciarsi in una nuova avventura «aziendale» o rimanere a Milano, tra i suoi affetti e continuare a fare i concorsi all’università, sperando che alla fine, come dice, «finiranno i figli dei senatori» che regolarmente gli passano avanti.PUNTANDO SUL SORRISOSceneggiato a quattro mani dallo stesso regista, reduce dai tanti successi di Aldo, Giovanni e Giacomo e da Francesca Pontremoli, «complice» nel tempo di Nanni Moretti, Giuseppe Piccioni e Silvio Soldini, “Generazione 1000 euro” è una commedia che vorrebbe scavare sui vari modi di affrontare la precarietà. «Per scoprirne i lati meno vittimistici». Parole del regista e della stessa sceneggiatrice. C’è chi l’affronta col sarcasmo, come Matteo il protagonista. Il carrierismo come la bionda manager. O l’ottimismo come l’insegnante di greco in attesa di una classe. «Quello che conta - dicono - è la reazione dei personaggi al problema». Cioè il precariato. Parola ormai abusata, spiega Massimo Venier. «Che, come tutte le parole abusate - va nel dettaglio - e di stampo televisivo sono utilizzate per nascondere di tutto». Secondo Venier, infatti, «il precariato è un fenomeno grave e pericoloso che ha infinite sfaccettature. Ed è la condizione di vita dei trentenni di oggi così complessa» da non poter essere riassunta in una parola. Da qui lo «sforzo» del film di raccontarcene le varie sfaccettature. Ma puntando sul sorriso. Scherzandoci su, insomma. Con la consapevolezza di chi sa bene di appartenere a quella generazione, «la prima della storia» ci dice il protagonista, «che è destinata a stare peggio dei genitori». Del resto col sarcasmo del protagonista il regista punta a giocare la sua partita, altrimenti destinata ai soliti stereotipi. Ma chissà se chi vive davvero con 1000 euro al mese sarà così disposto a riderci su. Il banco di prova, come sempre, sarà la sala.

Gabriella Gallozzi

domingo, 2 de agosto de 2009

Sms, la crisi dopo gli squilli




Il dietrofront della generazione under 18: solo 5 Sms al giorno, perchè costano troppo. I giovani preferiscono utilizzare i social network gratuiti e divertenti


ROMA Due squilli inviati e due ricevuti. Ed è fatta. Le parole se ne vanno a ramengo e non servono a niente. Con un paio di indicazioni sonore si trasmette la passione, un calorico «ti amo». Ma un solo squillo di telefonino sollecita una richiesta più prosaica: «Chiamami, il mio credito è terminato». Già, proprio così: si esauriscono molto, troppo velocemente le ricariche quando si abusa degli Sms, specie in Italia dove i messaggini sono i più costosi d'Europa (da noi si spende quasi il doppio che nella media Ue e cinque volte più che in Danimarca). Forse è proprio per questo che il genio italico degli adolescenti ha rinnovato l'arte di arrangiarsi, sostituendo gli short messages con gli squillini del cellulare. Gli Sms, una delle modalità tra le più diffuse della comunicazione mobile, negli ultimi tempi hanno visto rallentare decisamente il loro tasso di sviluppo prima esponenziale, fino a registrare punte di contrazione prossime al 20 per cento, solo in parte compensate dai tagli tariffari. A far segnare questa battuta d'arresto sono gli esponenti della cosiddetta mobile generation, quegli under 20 che negli ultimi tempi avevano maggiormente alimentato il mercato degli Sms. Ora, costi a parte, ci si è messa di mezzo la crisi economica che induce le famiglie a tener più tirati i cordoni della borsa. A documentare questa rivoluzione per nulla silenziosa nel mondo delle relazioni virtuali giovanili è la ricerca, per l'istituto Minotauro di Milano, dello psicoterapeuta Matteo Lancini, autore con Laura Turuani del saggio «Sempre in contatto» (Franco Angeli editore). Gli studiosi hanno utilizzando un campione di più di mille ragazzi per scoprire tutti i segreti dei loro rapporti mediati dalle nuove tecnologie.«A testimonianza che i giovani e le loro attività di comunicazione con i cellulari risentono della crisi ci sono le campagne di abbonamento delle varie compagnie telefoniche. Non a caso sono rivolte soprattutto agli adolescenti. Tutte mettono l'accento su come sia possibile spendere pochissimo telefonando e messaggiando a volontà», osserva Lancini. «In realtà non è proprio così. I ragazzi, oggi tenuti sotto pressione dalle famiglie, tentano altre strade. Per esempio, battono quella dei contatti online tramite il frequentatissimo programma Microsoft Messenger. Msn, perennemente in funzione, aiuta a tener lontano il senso di abbandono proprio dell'adolescenza. Senza spendere niente come con gli squillini. Il bisogno degli adolescenti di essere sempre in stretto rapporto è molto intenso: ne hanno bisogno per autodefinirsi e acquisire consapevolezza di sé».A testimonianza che il telefonino per l'età più verde è indispensabile ci sono le cifre. Mentre la tivù entra nel 95,9 per cento delle famiglie italiane, il cellulare segue con l'85,5 di penetrazione. Quando però nei nuclei familiari c'è un minorenne l'uso della telefonia mobile è pari a quello del piccolo schermo. Se al cellulare, dunque, non si può rinunciare, degli Sms ci si può in parte privare. Più del 50 per cento degli adolescenti intervistati oggi dichiara di inviare da 1 a 5 Sms al giorno proprio nel tentativo di contenimento dei costi. «Per anni si è parlato delle ultime generazioni come di quelle più abbandonate e solitarie - commenta lo psicologo - E' vero il contrario. Tra scuola materna, asilo, campi estivi e doposcuola i giovanissimi hanno sempre vissuto in contesti con un alto tasso di socializzazione».Ecco la funzione degli squillini: un tredicenne oggi ne riceve di media una dozzina. Ma c'è anche chi supera i 20 nell'arco delle dodici ore. «Persino a scuola ci si sente soli - spiega lo psicologo - Si mette il telefonino in modalità vibrazione e il ronzio suggerisce che qualcuno ti pensa». Maschi e femmine trillano in maniere diverse. Le ragazze (37 per cento) dicono che pigiano sul tasto per «comunicare un pensiero». I maschi (36 per cento) per chiedere una ricarica. Dopo l'era della tribù del pollice e degli Sms siamo nell'epoca della generazione-squillo. Senza equivocare sui termini, naturalmente.
Mirella Serri